Los campos de lavanda de Brihuega, un referente para la perfumería
- Iberchem Fragrances
- 14 julio, 2023
- Categorías: Entrevistas
Brihuega, provincia de Guadalajara, se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la producción de lavanda a nivel mundial. Gracias a sus características climáticas ideales para el cultivo de plantas aromáticas, esta zona se conoce ya como la Provenza española.
Cada año, durante el mes de julio, los campos de Brihuega se inundan de un intenso color lavanda, cuando la floración llega a su punto álgido. Este fenómeno se convierte en un evento imprescindible para la perfumería, que Iberchem no ha querido perderse.
Este municipio, también conocido como “el jardín de la Alcarria” por la singularidad de sus campos, es punto de encuentro de numerosos expertos del sector de la perfumería. Hasta allí nos hemos desplazado junto a la Academia del Perfume, para conocer de primera mano sus campos y técnicas de destilación más vanguardistas.
Una visita guiada por el gran experto perfumista, Emilio Valeros, Académico de Número, y gran impulsor de la producción de lavanda en Brihuega gracias a su destilería Intercova. Sandra Lucas, perfumista de Iberchem, y María Ángeles López, responsable de desarrollo de fragancias de Iberchem, nos cuentan su experiencia en esta entrevista.
Breve historia de la lavanda
El primer registro de lavanda se remonta a hace más de 2500 años. Ya en el Antiguo Egipto su aceite era utilizado durante la momificación, así como para perfumes por su fragante aroma. En otras civilizaciones como la persa, la romana o la griega, se creía que la lavanda ayudaba a purificar el cuerpo y la mente.
El nombre lavanda viene del latín lavare que significa lavar. En la antigüedad, los romanos la usaban en sus baños y para lavar y perfumar la ropa, en especial, en las regiones del mediterráneo donde la planta estaba y está ampliamente disponible en la actualidad.
¿Por qué la lavanda tiene tanta importancia en perfumería?
Sandra Lucas (SL): La lavanda ha sido muy utilizada desde la antigüedad, por un lado, porque dependiendo de la zona geográfica en concreto, ha sido una materia prima de fácil acceso al tratarse de una planta silvestre. Y por otro, por su aroma y numerosos beneficios que se le atribuyen tanto a nivel físico como emocional.
María Ángeles Lopez (MAL): Hoy en día el olor de la lavanda se usa ampliamente en ambientación y productos de cuidado del hogar y, por supuesto, en perfumería como base del histórico acorde fougère y de la familia aromática. La nota lavanda es la típica nota olfativa del perfume tradicional masculino.
¿Para qué se utiliza? ¿Cómo se obtiene?
SL: Por su versatilidad, puede ser usado tanto en perfumería fina, como perfumería funcional. Su uso también está muy extendido en aromaterapia. El aceite esencial de lavanda procede de la destilación de sus flores. Estas flores contienen unas glándulas, que, al ser expuestas a calor, se abren y entonces se someten a una destilación por arrastre de vapor.
MAL: Durante nuestra visita a la destiladora de Emilio Valeros pudimos observar el proceso completo desde la recolecta hasta la obtención del aceite pasando por las pruebas de laboratorio y el exhaustivo control de calidad que realiza. Su apuesta por la biotecnología y la reducción energética, hacen de su destilería una de las más avanzadas de Europa.
¿Qué alternativas existen?
SL: Existente otras calidades silvestres de lavanda como es el espliego, que crece de manera natural en zonas de España y Portugal. Su aroma es más agreste que el de la lavanda. Por la sensación de frescor que transmite, es muy utilizado en productos funcionales como ambientador o productos de desinfección.
También tenemos el lavandín, que se trata de un híbrido natural entre lavanda y espliego. En la zona de cosecha se ponen a cierta distancia y gracias a la polinización tiene lugar la hibridación, siendo su aroma lo mejor de ambos: la sutileza de la lavanda junto con la frescura del espliego.
MAL: Cada una de estas alternativas aportan matices distintos en la composición y es el perfumista quien decide qué materia prima usar según el espíritu que quiera darle a su creación y el uso final de la misma.
¿Qué ha supuesto visitar los campos de Brihuega?
Ambas: Para nosotras ha sido todo un descubrimiento, porque estamos muy acostumbrados a los paisajes bucólicos de la Provenza, pero no tenemos en cuenta las posibilidades que ofrece nuestro país.
En España contamos con unas 72.000 hectáreas de cultivos aromáticos y la zona de la Alcarria, dada su situación geográfica y sus condiciones climatológicas es dónde se concentra la mayor plantación de lavanda y lavandín. Tanto es así, que la Alcarria representa un 5% de la producción mundial de lavanda.
El paisaje es realmente precioso, una vez llegas te inunda los sentidos, tanto por el aroma que se desprende como por la sensación de tranquilidad que te aporta una visita a la naturaleza y la magnitud de sus campos.
Por nuestra parte, nos gustaría destacar la necesidad del impulso de esta actividad en nuestro país. Por un lado, contamos con la suerte de poder tener estos cultivos de gran valor. Realmente la plantación no exige un cuidado excesivo por lo que es muy respetuosa con el medio ambiente siempre que se respeten los ritmos normales del suelo y se reduzca el uso excesivo de recursos como el agua. Por otro lado, supone un catalizador para la economía al conseguir recuperar turismo y actividades en zonas rurales.
Algunas de las creaciones con lavanda preferidas…
SL: En mi caso, creaciones relevantes con lavanda, como Cool Water de Davidoff, Le male de Jean Paul Gaultier o Drakkar Noir de Guy Laroche.
MAL: En el mío, destacaría Solo Cedro de Loewe, la preferida de mi padre, así como Sauvage de Dior, que me parece una gran reinterpretación de la familia fougère.