Encarni Lorente, perfumista de Iberchem desde hace más de 15 años, ha sido la encargada de diseñar la fragancia ‘Ecos de Sierra Espuña’, en colaboración con Ecos y la Mancomunidad de Sierra Espuña, para la VII edición del festival.

Si bien el proyecto ha contado con la colaboración de vecinos y autoridades de la zona, quienes han dado su visión más acertada del olor de Sierra Espuña, tú has transformado esa idea en un producto, ¿en qué te has inspirado para crear una fragancia que recordase a Sierra Espuña?

La fragancia se ha creado por medio de dos vías diferente: por un lado, los vecinos han aportado su opinión más personal y certera sobre el olor del territorio, como implicados que lo viven en primera persona. En una creación como esta es muy importante ser fieles al imaginario colectivo para que el producto case con la idea que se tiene de él.

Por otro, además, a nivel personal, conozco muy bien la zona. Soy una gran amante de la naturaleza y he realizado infinidad de rutas por el territorio de Sierra Espuña, eso me ha ayudado a interpretar correctamente su opinión desde el punto de vista técnico. Ha sido un placer que se me presentara esta oportunidad.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de crear una fragancia para productos de ambientación? ¿Por qué es diferente a un producto de perfumería fina?

A la hora de crear una fragancia para ambientación hay que tener en cuenta el espacio que se quiere aromatizar y el tipo de ambientador que vamos a usar. Sabiendo esto, hay que determinar a qué queremos que huela o qué sensación queremos trasmitir a través de las notas olfativas. En este caso en concreto el reto era conseguir un olor que otorgase identidad propia al territorio Sierra Espuña, y que se pudiera oler desde cualquier habitación de tu casa como si abrieses una ventana en plena sierra y respirases el aire.

Un perfume para ambientación es muy diferente de una perfumería fina a nivel técnico. Tanto la concentración como los solventes, o el volumen de alcohol utilizados son diferentes. También la concentración de los aceites naturales, y el tipo de aceites empleados como ingredientes son distintos. Además, también se rigen por restricciones diferentes a la hora de aplicar las normativas vigentes.

Este olor se ha presentado en formato velas y brumas textiles, ¿por qué?

La ambientación es una fuerte tendencia en productos de consumo. En la era postpandemia buscamos reforzar nuestra sensación de confort en el hogar: un refugio que debemos aprender a disfrutar más.

Productos como velas o mikados, incluso brumas para rociar textiles como almohadas, cojines, sábanas o mantas, que renueven el aire y le aporten frescura y una sensación acogedora, se han empezado a demandar con mayor intensidad. Incluso se está potenciando una tendencia hacia el refinamiento de los olores para ambientación.

Concretamente para este proyecto, la ambientación era el formato que, además, mejor se adaptaba a la particularidad de lo que queríamos plasmar, que era crear la sensación de estar inmerso en un bosque sin moverte de casa.

¿Qué es lo que más te gusta o disfrutas de un proyecto así?

Este tipo de proyectos, que permiten usar aceites esenciales y materias primas de proximidad, como el tomillo o el limón, en este caso, me gustan porque de esta manera me siento parte de la preservación del patrimonio natural. Por otro lado, también disfruto mucho del reto creativo que supone conseguir plasmar la identidad olfativa de algo, como puede ser un territorio, una persona… En lo personal, como perfumista, es muy satisfactorio que tu fragancia pueda transportar a otras personas a un lugar sin necesidad de estar allí.

Cómo describirías tu trayectoria como perfumista, cuáles han sido tus aciertos y cuáles tus aprendizajes a lo largo de tu carrera.

Después de varios años de formación como analista, Iberchem me ofreció la oportunidad de convertirme en perfumista, y aceptarlo fue un gran acierto. Fue entonces cuando descubrí esta maravillosa profesión que ejerzo desde hace más de 15 años. A lo largo de mi carrera he aprendido mucho a nivel técnico, y he entrenado mucho mi nariz para tener una buena memoria olfativa. Pero sobre todo he aprendido a no despreciar nunca una opinión. El arte es subjetivo, y la perfumería es un tipo de arte. Cada comentario, cada sensación que tu ensayo pueda suscitar en alguien, te puede aportar mucha información para llegar al objetivo final de tu proyecto.

¿Qué esperas del futuro?

Espero seguir trabajando en lo que me gusta, rodeada de gente que me aporte y me ayude a seguir creciendo profesional y personalmente. Eso implica proyectos como este, en los que mi trabajo además se une con mis gustos personales.